lunes, 22 de julio de 2013

Segismundo Sagalés Vilà

Era hijo de Juan y de Mercedes, nació en Vic el 1 de mayo de 1888 y fue bautizado el día siguiente en la parroquia catedral  donde se le impusieron los nombres de  Segismundo Ramón y Pedro. Tenía cuatro hermanos. Su padre falleció  el 16 de marzo de 1896. Luego  su madre mercedes solicito el ingreso de Segismundo en el colegio de huérfanos pobres de Sant Julià. Y teniendo una certificación del párroco de la catedral de Vic fue aceptado e ingreso al colegio el 16 de  julio de 1898. Luego murió su madre el 7 de febrero de 1899.

Luego de cinco años de permanecer en  el colegio y sintiéndose movido por el ejemplo de los superiores y  profesores sintió la llamada de Dios a ser religioso y solicito el ser admitido al colegio nazareno de Blanes, hacia donde se dirigió el 7 de diciembre de 1903 como aspirante coadjutor. Allí completo su formación humanística,  y religiosa, vistió el hábito religioso del instituto e inicio el año de noviciado el 3 de mayo de 1908. Hizo su  primera profesión religiosa el  3 de mayo de 1909.

El hermano Segismundo  era alto, imponente, fuerte y de muy buena índole, era muy disciplinado y paciente, de carácter alegre y optimista. Y aunque tenía cáncer en el cuello siempre permanecía con el mismo comportamiento. Era un buen religioso. Seguía con fidelidad los  actos de comunidad  y en la oración constante encontraba  las fuerzas para superar el mal  que le aquejaba. Tuvo siempre a su cuidado una clase de párvulos, era un maestro ideal para los pequeños. Las familias querían que sus hijos fueran a la clase del hermano Sagalés. 

En 1936 el hacia parte de la comunidad del colegio Jesús, María y José de Sant Andreu, y como todos los de la comunidad tuvo que ponerse a salvo de la persecución. En esa situación en la familia donde estaba refugiado también se les dio a guardar los restos mortales del Padre Manyanet, y ante la preocupación de que los restos cayeran en poder  de los perseguidores, el hermano Sagalés, con mucha responsabilidad,  procedió entonces con la ayuda de la familia a la incineración de los restos del  siervo de Dios.

Después de la incineración de los  restos, para no poner en riesgo las familias  ni las cenizas del padre Manyanet, salió de esta familia, y acompañado por una de las señoras de la  familia se fue hacia Vic,  pero después de un registro que les hicieron  sin piedad, se dieron cuenta de que  algunos espías los estaban siguiendo, pero de todas formas tomaron el tren y siguieron su camino.

Una vez estando en Vic  el hermano Sagalés se quedó en casa de unos sobrinos y después de unos días paso a la casa de una sobrina. Allí fue detenido el 8 de septiembre de 1936, junto con el señor Marcos Terradellas, organista de la iglesia de la soledad de igualada, fueron  así conducidos hacia  la carretera de Vic ha Manresa, y allí los asesinaron  en el lugar  llamado Matavacas  ese mismo día. Contaba 48 años de edad, 27  de profesión religiosa.

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